Los demócratas de la Asamblea Legislativa de Pensilvania llevaron a cabo una audiencia pública para debatir el uso de terapias psicodélicas, en especial la psilocibina, en el tratamiento de la depresión resistente. Esta condición, que no responde a antidepresivos o psicoterapias convencionales, afecta a millones de personas y sigue siendo un desafío para la medicina.

Los veteranos de guerra fueron protagonistas en los relatos: muchos describieron cómo el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y los dolores emocionales profundos se volvieron menos pesados cuando tuvieron acceso a terapias alternativas que involucraban psicodélicos. Para los legisladores, escuchar estas historias es un paso importante para romper el estigma que aún rodea el tema.

Entre ciencia, regulación y economía

Investigadores y médicos invitados reforzaron que la psilocibina no es un tratamiento de primera línea, pero puede representar una revolución en casos graves. Estudios ya señalan efectos positivos que pueden durar hasta seis meses después de sesiones terapéuticas, lo que despierta interés no solo clínico, sino también económico.

Al reducir hospitalizaciones, ausencias laborales y costos indirectos de la depresión grave, la regulación podría traer beneficios más allá de la salud. El desafío ahora es equilibrar seguridad, ciencia y políticas públicas para transformar lo que antes era tabú en una posibilidad concreta de cuidado.

Con información de Marijuana Moment.