Investigación muestra cómo el cannabis puede transformar la vida de quienes padecen enfermedades autoinmunes
Estudiante de Farmacia de la Unifesp revela, en un trabajo, que el cannabis puede aliviar síntomas y mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades autoinmunes
Publicado en 02/09/2025

Cuando el cuerpo ataca a sí mismo, el cannabis puede ser aliado en el tratamiento, según estudio | CanvaPro
Imagina convivir diariamente con dolores intensos, fatiga constante y la incertidumbre de cómo será el mañana. Esta es la realidad de millones de personas diagnosticadas con enfermedades autoinmunes, condiciones en las que el sistema inmunológico comienza a atacar el propio cuerpo. En medio de las limitaciones de los tratamientos tradicionales, una nueva esperanza está cobrando fuerza: el cannabis medicinal.
Un estudio desarrollado por el investigador Gustavo Ianke, en el curso de Farmacia de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) - Campus Diadema, analizó el potencial terapéutico de la planta en el manejo de enfermedades como esclerosis múltiple, artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico y enfermedad de Crohn. El trabajo señala avances prometedores, pero también destaca los desafíos que aún deben superarse.
Cannabis y el sistema inmunológico
Según la investigación, compuestos como el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabinol (THC) interactúan con el sistema endocannabinoide, regulador de funciones como dolor, inflamación y respuesta inmune. Esta actuación permite reducir síntomas crónicos, como dolores articulares, rigidez muscular e inflamaciones persistentes, que a menudo no se controlan con terapias convencionales.
Medicamentos ya aprobados en países como Brasil, como Mevatyl®, han demostrado eficacia en pacientes con esclerosis múltiple, reduciendo espasmos musculares y mejorando la calidad del sueño. En el caso de la enfermedad de Crohn, ensayos clínicos han mostrado que hasta el 45% de los pacientes entraron en remisión después del uso de cannabis.
Limitaciones y desafíos
A pesar de los resultados positivos, el estudio destaca obstáculos importantes. Entre ellos se encuentran la falta de estandarización de dosis, la escasez de estudios clínicos sólidos y el estigma social que aún rodea a la planta. Además, las barreras regulatorias dificultan el acceso de los pacientes a tratamientos seguros y de calidad.
“Aunque el cannabis se presenta como una terapia innovadora y complementaria, su consolidación depende de políticas públicas, regulaciones claras y más investigaciones científicas”, señala el trabajo.
Una terapia en construcción
El estudio concluye que el cannabis medicinal puede representar un punto de inflexión en el tratamiento de las enfermedades autoinmunes, pero su implementación efectiva requiere un enfoque equilibrado. Esto incluye la colaboración entre investigadores, médicos y legisladores para garantizar la seguridad, la eficacia y la accesibilidad.