El vínculo entre humanos y animales va más allá de la compañía: es afecto, cuidado y, muchas veces, supervivencia mutua. Es en este encuentro de necesidades que la cannabis medicinal comienza a ganar espacio también en la medicina veterinaria, revelándose como una alternativa prometedora para pequeños y grandes compañeros.

Investigaciones recientes demuestran que compuestos como el CBD pueden ayudar a reducir el dolor, la inflamación y las crisis convulsivas en perros, gatos e incluso caballos. En caballos con laminits, inflamación dolorosa en los cascos, los receptores sensibles de la cannabis han mostrado potencial en el alivio de síntomas. En mascotas, estudios señalan beneficios contra la ansiedad, la osteoartritis, el cáncer y enfermedades inflamatorias de la piel.

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Pero no solo perros y gatos: animales exóticos también han recibido atención, como ya hemos divulgado por aquí. Hámsters, tortugas e incluso elefantes han sido tratados en diferentes países con derivados de la planta, ampliando la mirada sobre el impacto de la cannabis en el bienestar animal.

Entre avances y desafíos

A pesar de los resultados alentadores, Brasil todavía enfrenta barreras regulatorias. Los veterinarios encuentran dificultades para recetar tratamientos a base de cannabis, ya que no hay una regulación clara. Aun así, las experiencias clínicas están abriendo caminos y sustentando la esperanza de tutores y profesionales.

El Guía Sechat de la Cannabis dedica un capítulo exclusivo al tema, brindando información sobre enfermedades tratables, informes de investigaciones internacionales y los desafíos que aún deben superarse para que los beneficios de la cannabis lleguen a más animales.

Si te interesa comprender cómo la cannabis puede transformar también la salud animal, la Guía Sechat es lectura esencial. Más que un material de referencia, abre horizontes e invita a repensar la medicina veterinaria bajo la luz de la ciencia y el cuidado.