El alcohol causa 2,6 millones de muertes al año, advierte la OMS; la terapia con cannabis emerge como alternativa en el tratamiento de la dependencia
Un informe muestra que casi 400 millones de personas en el mundo tienen trastornos relacionados con el alcohol. Los científicos investigan el cannabidiol (CBD) como una herramienta prometedora en la lucha contra la adicción
Publicado en 25/07/2025

Imagen ilustrativa | Canva Pro
El alcohol sigue siendo una de las drogas más peligrosas y letales del planeta. Según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado en 2024, más de 2,6 millones de personas murieron a causa del consumo de alcohol en 2019, lo que representa 4,6% de todas las muertes globales en ese año. En Brasil, la situación es igualmente alarmante: se registraron 91,9 mil muertes, siendo 80,4 mil en hombres.
El documento también revela que casi 400 millones de personas en todo el mundo viven con trastornos relacionados con el consumo de alcohol, y 209 millones sufren de dependencia al alcohol grave. Aunque el consumo global ha disminuido ligeramente en las últimas dos décadas, la OMS afirma que el número de muertes sigue siendo "inaceptablemente alto".
Ante este panorama, expertos e investigadores han estado buscando alternativas terapéuticas más efectivas y con menos efectos secundarios. Una de ellas es la cannabis medicinal, especialmente el uso de canabidiol (CBD), un compuesto no psicoactivo de la planta que ha demostrado tener potencial neuroprotector, ansiolítico y antiinflamatorio.

En una entrevista en el programa Alt+Tab, de UOL, el psiquiatra Dartiu Xavier — uno de los mayores expertos de Brasil en adicciones químicas — explicó los efectos del alcohol y la marihuana en el organismo, destacando el impacto de estas sustancias en la salud pública:
Un estudio británico publicado en 2010, liderado por el neurocientífico David Nutt, clasificó el riesgo y los daños causados por diversas sustancias psicoactivas, teniendo en cuenta impactos físicos, biológicos, psicológicos y sociales — tanto para el usuario como para las personas a su alrededor.
En la conclusión, el alcohol se situó como la sustancia más perjudicial en general, superando a drogas como crack, heroína y cocaína. En una escala de 0 a 100, el alcohol alcanzó más de 70 puntos, considerando todos los criterios evaluados. La cocaína obtuvo menos de 40 puntos, la marihuana puntuó por debajo de 20, y los hongos alucinógenos registraron menos de 10 puntos.
El estudio muestra que, a pesar de ser legal, el alcohol puede ser más agresivo para el organismo y la sociedad que muchas drogas ilícitas.
"El alcohol se considera una de las drogas problemáticas con mayor impacto en la salud física y mental de las personas. La buena noticia es que, de cada 100 personas que beben, 15 tendrán problemas relacionados con el alcohol y, de ellas, 15 se volverán dependientes. Es decir, el 85% puede consumir de forma controlada, sin grandes perjuicios para la salud", respondió Xavier al presentador Antônio Tabet.
"Existe un gran contingente de personas que utilizan alcohol de forma controlada, causando pocos o ningún problema a la salud. Pero el alcohol puede causar dependencia en el 15% de la población."
Sobre la marihuana, Dartiu destaca la diferencia en el riesgo de dependencia y advierte sobre los cuidados. Además, el psiquiatra alertó sobre otros riesgos relacionados.
"Existe el riesgo de desarrollar problemas mentales por el uso de marihuana, especialmente en adolescentes. El riesgo de dependencia de la marihuana es de alrededor del 9%, menor que el del alcohol. Por lo tanto, es aconsejable no probarla si tienes antecedentes familiares de problemas mentales graves, por ejemplo, la psicosis se aconseja no usar la marihuana de forma recreativa."
En los últimos años, estudios científicos han estado mostrando que el CBD puede ayudar a tratar la dependencia al alcohol, ofreciendo apoyo a la desintoxicación, al control de la abstinencia y a la regeneración de órganos afectados.
Un estudio publicado en la revista científica Frontiers in Pharmacology (2019) señaló que el cannabidiol modula los circuitos cerebrales relacionados con la compulsión, reduce los síntomas de abstinencia y disminuye la motivación para el consumo.
Otra investigación, publicada en Liver International, reveló que el CBD tiene acción protectora en el hígado, un órgano duramente afectado por el consumo crónico de alcohol. Estudios realizados en modelos animales mostraron que el cannabidiol ayuda a reducir las inflamaciones y el estrés hepático inducido por el etanol.
Además, un artículo publicado en la revista Clinical Chemistry muestra que el CBD protege las células contra los daños causados por el alcohol, lo que puede ayudar en la prevención de enfermedades como cirrosis, pancreatitis y ciertos tipos de cáncer.
En 2013, una investigación de la University College London, publicada en la revista Addictive Behaviors, señaló que el uso de CBD redujo significativamente el consumo de cigarrillos en individuos que intentaban dejar de fumar. Este resultado refuerza el potencial del cannabidiol en el tratamiento de diversos tipos de adicción, incluida el alcoholismo.