Crisis de vivienda en Portugal: cáñamo, menos burocracia y más innovación

Menos Estado y más cáñamo. La arquitectura sostenible es la clave para desbloquear la oferta y reducir el costo de la vivienda en Portugal

Publicado en 22/11/2025

Crise habitacional em Portugal: cânhamo, menos burocracia e mais inovação

¡No basta con construir más, hay que construir mejor! Imagen: Canva Pro

La escasez de viviendas asequibles en Portugal es uno de los problemas sociales más urgentes en la actualidad. Las recientes noticias sobre familias portuguesas obligadas a vivir en campings evidencian una realidad dramática, no por falta de recursos, sino por falta de visión estratégica y de voluntad política para eliminar los obstáculos al funcionamiento eficiente del mercado. Es hora de repensar cómo construimos.

La verdad es que el Estado portugués, a lo largo de las últimas décadas, ha fallado rotundamente en crear condiciones para que el sector de la vivienda responda a la creciente demanda. La burocracia sofocante, las licencias lentas, los obstáculos al uso de suelo urbano y la carga fiscal sobre los promotores inmobiliarios han creado un ambiente hostil para la inversión y la innovación.

La solución a esta crisis no pasa por más Estado, sino por más libertad para construir, invertir e innovar. Sí, es necesario aumentar la oferta, y eso requiere reformas que liberen el mercado, fomenten la construcción y traigan competencia al sector.

¡No basta con construir más, hay que construir mejor!

El cáñamo industrial representa una oportunidad real para revolucionar el sector de la construcción civil. Es un material altamente sostenible, accesible y con un enorme potencial económico.

 

Las ventajas de construir con cáñamo

 

Un hectárea de cáñamo puede eliminar entre 8 y 16 toneladas de CO2 de la atmósfera, siendo uno de los cultivos más eficientes en términos de captura de carbono. El llamado hempcrete, o concreto de cáñamo, es ligero, resistente, ofrece un excelente aislamiento térmico y tiene una huella ambiental mucho menor que el cemento tradicional.

El sector privado debe ser incentivado a adoptar este tipo de soluciones, no a través de imposiciones ideológicas o subsidios pesados, sino mediante incentivos fiscales, reducción del IVA en materiales ecológicos, aceleración de los procesos de licenciamiento y creación de zonas francas urbanas que premien la innovación y la sostenibilidad.

También hay espacio para un papel subsidiario del Estado, especialmente en proyectos de vivienda de transición o para poblaciones vulnerables. Pero insistir en un modelo estatal centralizado, como se ve en muchos programas de vivienda pública, es repetir errores del pasado. La respuesta estructural debe provenir del mercado, con el Estado creando las condiciones para que este funcione, no sustituyéndolo.

La vivienda debe ser vista como un bien esencial que solo será accesible cuando el entorno político y regulatorio deje de ser hostil a la inversión. El cáñamo y otras tecnologías verdes no solo son buenas para el medio ambiente, sino también para el bolsillo de los constructores, para la innovación nacional y para la libertad de elección de los ciudadanos.

Es hora de liberar el sector de la vivienda. Portugal necesita menos obstáculos, menos prejuicios ideológicos y más soluciones de mercado con visión de futuro.

 

Contenido Publicado Originalmente en CannaReporter 

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