El uso de cannabinoides en la producción animal puede aumentar el bienestar y la productividad, según un investigador de Embrapa

Un veterinario defiende que los derivados del cannabis reducen el estrés y fortalecen la inmunidad en cerdos y aves; la falta de regulación sigue siendo un obstáculo

Publicado en 11/08/2025

Uso de canabinoides na produção animal pode aumentar bem-estar e produtividade, aponta pesquisador da Embrapa

Veterinario y investigador de Embrapa Suínos y Aves, José Rodrigo Pandolfi, durante el 4º Congreso Brasileño de Cannabis Medicinal. Imagen: Archivo Sechat

El cannabis y sus derivados pueden mejorar la productividad en la cría de aves y cerdos. Esta es la hipótesis defendida por el veterinario y investigador de Embrapa Suínos y Aves, José Rodrigo Pandolfi.

“El uso de derivados del cannabis, más específicamente el cannabidiol (CBD), permite una producción con menos estrés, mayor bienestar, animales más saludables y, en consecuencia, una mayor productividad. Esta es nuestra hipótesis”, afirmó Pandolfi durante el  4º Congreso Brasileño de Cannabis Medicinal.

Pandolfi explica que los cannabinoides presentan propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias, inmunomoduladoras, analgésicas y reductoras de estrés. Estas características ya tienen respaldo en la literatura científica con otras especies, y también pueden aplicarse a las cadenas productivas de aves y cerdos.

Estos mecanismos, según el investigador, tienen el potencial de fortalecer un sector que produjo 15 millones de toneladas de carne de pollo en 2024. De ese total, el 64,7% abasteció el mercado interno y el 35,3% se exportó, según datos del Informe Panorama y Perspectivas sobre la Avicultura y Porcicultura Brasileñas.

En el caso de la carne de cerdo, se produjeron más de 5 millones de toneladas, siendo el 74,7% destinado al mercado interno y el 25,3% a la exportación.

 

Siga la entrevista con Pandolfi: 

 

 

El contexto de la avicultura y porcicultura en Brasil

 

La porcicultura y la avicultura son actividades estratégicas de la zootecnia nacional, orientadas a la producción de carne y huevos. La avicultura se divide entre la cría de pollos para carne y la de postura, destinada a la producción de huevos.

Por otro lado, la porcicultura abarca todo el ciclo de producción, desde la reproducción hasta la terminación de los animales, con un enfoque en la alimentación, la sanidad y el manejo adecuado.

Estos sistemas de cría, en su mayoría confinados, exponen a los animales a situaciones de estrés, lo que puede reducir la inmunidad y favorecer la aparición de patógenos, según el investigador de Embrapa.

 

Estudios indican la viabilidad del uso de CBD

 

En el artículo de revisión “Cannabinoides y sus posibles aplicaciones en la avicultura y otras cadenas de producción animal”, Pandolfi destaca que la retirada gradual de antimicrobianos en la producción animal plantea desafíos. En este escenario, el CBD se ha mostrado prometedor, mejorando la integridad intestinal de los animales, aliviando el estrés y contribuyendo al rendimiento zootécnico.

 

Desafíos: legislación, coste e impacto ambiental

 

A pesar del potencial, el uso de cannabinoides en la producción animal todavía enfrenta obstáculos significativos:

Legislación y regulación: La producción de Cannabis sativa en Brasil todavía carece de una legislación clara, especialmente para uso veterinario. También es necesario definir los límites máximos de residuos de cannabinoides en productos de origen animal.

Viabilidad económica: Todavía es necesario evaluar el costo-beneficio de la suplementación con cannabinoides a gran escala, considerando el impacto en la cadena productiva.

Impacto ambiental: El destino de los residuos de cannabinoides en el suelo y en el agua es otro punto que requiere estudios más profundos.

Con la regulación del cultivo de cannabis con bajo contenido de THC en fase final en el país, la situación puede cambiar. Para Pandolfi, esta liberación es fundamental para garantizar seguridad jurídica y fomentar investigaciones aplicadas.

“Necesitamos una regulación que permita trabajar con diferentes tipos de plantas y concentraciones de cannabinoides. Es esencial que podamos investigar y desarrollar, incluso para definir dosis adecuadas para la producción animal, que seguramente serán diferentes de las utilizadas en la medicina humana”, defendió el investigador.