Investigadores brasileños crean sensor portátil para la detección rápida de cannabinoides sintéticos en Vape
El dispositivo promete agilizar la identificación de drogas peligrosas en líquidos de vapes y muestras biológicas, ofreciendo una nueva herramienta para la salud pública y seguridad
Publicado en 16/09/2025

Sensor portátil. Imagen: FCF/ Unicamp
El líquido de los cigarrillos electrónicos, incluso sin contener sustancias ilícitas, puede causar graves daños a la salud. La concentración de nicotina en estos productos a menudo supera la de los cigarrillos convencionales, favoreciendo la rápida dependencia. En Brasil, estos dispositivos están prohibidos, lo que significa que no pasan por ningún control de calidad, aumentando los riesgos para los usuarios.
La situación también es preocupante cuando se trata del uso de cannabinoides sintéticos en los cigarrillos electrónicos. Creadas en laboratorio para imitar los efectos del tetrahidrocannabinol (THC) - componente psicoactivo principal de la marihuana -, estas sustancias son mucho más potentes y pueden desencadenar convulsiones, brotes psicóticos e incluso sobredosis fatales.
“Lo que estamos viendo es una carrera química. Grupos clandestinos producen drogas con estructuras cada vez más potentes, exigiendo dosis mínimas. Como no hay ningún etiquetado, el usuario consume sin saber lo que está ingiriendo”, advierte Luciano Arantes, investigador y miembro del comité gestor del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología sobre Sustancias Psicoactivas (INCT-SP), en una nota de la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp).
Una solución brasileña
Para combatir la propagación de los cannabinoides sintéticos, investigadores brasileños, en colaboración internacional, desarrollaron un sensor portátil. El dispositivo es capaz de detectar con precisión estas sustancias en líquidos de cigarrillos electrónicos y en fluidos biológicos, como la saliva.
El dispositivo utiliza un electrodo de diamante dopado con boro, que se conecta a un potenciostato portátil, acoplable a un celular. El resultado es un gráfico que identifica y cuantifica las sustancias presentes en la muestra con una sensibilidad muy alta.
Probado con dos de los cannabinoides sintéticos más peligrosos, el sensor detectó concentraciones mínimas (del orden de 0,2 µM), incluso en medio de altas dosis de nicotina.
Impacto en la salud pública y reducción de daños
Según los investigadores, las aplicaciones del sensor van desde la pericia criminal hasta la salud pública. Puede ser utilizado en la atención de emergencias por sobredosis y en acciones preventivas, como las realizadas en colaboración con el “Proyecto BACO”, que analiza el uso de nuevas sustancias psicoactivas en fiestas y festivales.
“Nuestros estudios muestran que el 63% de los usuarios no saben lo que están consumiendo. Al identificar la sustancia en el lugar, el sensor brinda al usuario la oportunidad de tomar una decisión consciente”, señala Wallans Torres Pio dos Santos, coordinador del estudio.
El Futuro de la detección y la adaptación de la tecnología
La capacidad de adaptación del método es un punto fuerte. El equipo ya está expandiendo la tecnología para detectar otras clases de drogas sintéticas, como análogos de LSD, catinonas y feniletilaminas.
La investigación contó con el apoyo de la FAPESP y la colaboración de expertos de la Unicamp, que proporcionaron muestras reales recolectadas en el marco del Proyecto BACO, una colaboración con el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (MJSP).
Con información de FCF