Cannabis medicinal abre caminos para un envejecimiento más ligero
Entre ciencia y relatos de vida, el cannabis emerge como aliado en el envejecimiento saludable, brindando alivio, equilibrio y nuevas formas de habitar el tiempo
Publicado en 17/09/2025

Cannabis medicinal: alivio y nuevas posibilidades en el envejecimiento | CanvaPro
Envejecer es atravesar el tiempo con marcas que se acumulan en el cuerpo y el alma. Pero para algunos, este viaje puede ser suavizado por nuevas herramientas terapéuticas. Es lo que está demostrando la experiencia de pacientes e investigaciones recientes sobre el cannabis medicinal, que comienza a consolidarse como aliado en la búsqueda de un envejecimiento saludable.

La geriatra Letícia Mayer da Rocha, especialista en Medicina de Familia y Cuidados Paliativos, explica que el sistema endocannabinoide desempeña un papel fundamental en la memoria, el humor, la neuroprotección y la regulación inmunológica, funciones que experimentan un declive natural con el avance de la edad.
Según ella, estudios señalan que compuestos como el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabinol (THC) pueden actuar de forma antiinflamatoria y neuroprotectora, brindando beneficios a la salud cognitiva y física de los ancianos.
Una medicina que dialoga con la vida
Para la médica, el cannabis no reemplaza los pilares ya reconocidos del envejecimiento saludable como alimentación equilibrada, ejercicios regulares y sueño de calidad, pero puede potenciar sus efectos.
“Al igual que los nutrientes antioxidantes, los cannabinoides podrían actuar como moduladores adicionales del estrés oxidativo y la inflamación. Existen hipótesis de sinergia entre la dieta antiinflamatoria, la actividad física y el sistema endocannabinoide”, explica Letícia.
Además, el CBD ha demostrado potencial para mejorar la calidad del sueño, uno de los grandes desafíos de los pacientes ancianos. “Un descanso adecuado favorece los procesos de reparación celular, cognitiva e influye directamente en la calidad de vida”, agrega la médica.
La voz de la experiencia
Entre los pacientes que confían en el seguimiento de la especialista se encuentra una mujer de 75 años, que prefiere no ser identificada, pero compartió un relato profundo.
Diagnosticada con dolores crónicos después de un episodio de herpes zóster, buscó inicialmente el cannabis medicinal para dormir mejor y aliviar los dolores persistentes.
“Lo que puedo decir es que no hubo magia. Duermo mejor, sí, pero lo más sorprendente fue darme cuenta de que empecé a entenderme mejor a mí misma. Es como si el aceite de cannabis ayudara a disolver las durezas acumuladas con el tiempo. Un compañero indispensable para vivir bien”, relata.
Con dos años de tratamiento, describe un proceso delicado y continuo: “he estado siendo otra. El medicamento y la escucha atenta de la doctora me ayudan en este camino de desinstalar dolores, sean visibles o invisibles. Sigo animada a seguir adelante”.
Un futuro posible
Para la Dra. Letícia, este tipo de testimonio se suma a las evidencias científicas y abre espacio para nuevas perspectivas sobre la vejez. “Los derivados del cannabis pueden considerarse herramientas complementarias a las prácticas ya consolidadas. Lo que buscamos es calidad de vida, y cada recurso que contribuye a ello debe ser estudiado con seriedad”, concluye.