El consumo de cannabis aumenta un 33,7% en adultos con diabetes en solo un año

Una investigación en EE. UU. revela un aumento en el consumo de cannabis entre personas con diabetes y alerta sobre los impactos en la salud y la necesidad de pautas clínicas

Publicado en 19/09/2025

Consumo de cannabis cresce 33,7% em adultos com diabetes em apenas um ano

Un estudio de la Universidad de California señala que el consumo de cannabis entre adultos con diabetes en EE. UU. aumentó un 33,7% en un año, generando debates sobre riesgos, incertidumbres clínicas y la necesidad de políticas de reducción de daños | Can

Un análisis de la Universidad de California en San Diego, publicado en la revista Diabetes Care, mostró que el 9% de los adultos con diabetes en Estados Unidos informaron haber consumido cannabis en el último mes. El estudio también señala que la prevalencia aumentó un 33,7% entre 2021 y 2022. Casi la mitad de los usuarios tienen menos de 50 años.


El estudio no investigó la causalidad ni los resultados clínicos, pero destacó que el consumo es más frecuente en estados con legislación permisiva y suele estar asociado al consumo combinado de otras sustancias como tabaco, alcohol y opioides. Esta combinación puede intensificar los riesgos cardiovasculares, que ya son naturalmente altos en esta población.


Efectos aún inciertos


Las evidencias sobre la relación entre el cannabis y la diabetes siguen siendo inconclusas. Mientras que algunos estudios no han identificado una clara asociación con la diabetes tipo 2, otros sugieren posibles impactos negativos en el autocuidado, como cambios en el apetito y la percepción de la hipoglucemia.


Ante las incertidumbres, los expertos defienden la incorporación de evaluaciones sistemáticas sobre el consumo de cannabis en las consultas clínicas, así como el abordaje del policonsumo desde una perspectiva de reducción de daños.


Desafíos para la salud pública


Según estimaciones internacionales, había alrededor de 830 millones de personas viviendo con diabetes en 2022, cifra que podría superar los 1,3 mil millones para 2050. En este contexto, la tendencia es que el uso de cannabis en este grupo también aumente, lo que requiere pautas clínicas específicas y mensajes consistentes de salud pública.


Entre las recomendaciones actuales se encuentra evitar reemplazar los tratamientos convencionales por cannabis, prestar especial atención a los comestibles, tener en cuenta las interacciones con otras sustancias y coordinar con profesionales de la salud las pautas sobre un consumo seguro y el manejo de la hipoglucemia.

 

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Para los expertos, el tema no debe tratarse con alarmismo, sino con un enfoque en la investigación clínica, la educación en salud y las políticas regulatorias que prioricen la reducción de riesgos.
 

Con información de Cañamo.