La Universidad de Brasilia (UnB) está a punto de oficializar una iniciativa pionera en el escenario científico y de salud pública brasileño: la creación del Observatorio de Cannabis (OBCann). El proyecto ya cuenta con la aprobación de los consejos de los Institutos de Biología, Química y de la Facultad de Ceilândia.

La iniciativa nace con la ambición de llenar un vacío histórico en la estandarización de los productos. El objetivo central es el control de calidad y la legitimación científica de los derivados utilizados por miles de pacientes en el país.

Actualmente, el Observatorio de Cannabis se encuentra en la fase final de trámites burocráticos para la aprobación de su reglamento interno. El registro se está realizando junto al Decanato de Investigación e Innovación (DPI) de la universidad.

El proyecto proyecta el inicio efectivo de la recolección de datos y análisis de laboratorio para el próximo año. La espera se debe a un factor técnico crucial, que es la llegada de equipos de alta precisión.

Fernanda Vasconcelos de Almeida, Profesora Asociada del Instituto de Química de la UnB, explica que el laboratorio está a la espera de la entrega de un Cromatógrafo Líquido de Alta Eficiencia (HPLC). El aparato será dedicado exclusivamente al proyecto.

"La recolección se llevará a cabo el próximo año. El equipo ya ha sido adquirido y estamos esperando su llegada", afirma la profesora.

Control de calidad y el papel del Observatorio

Uno de los pilares centrales del Observatorio de Cannabis es el proyecto CIPCAM, enfocado en el análisis químico de los aceites producidos por las asociaciones de pacientes. El objetivo va mucho más allá de simplemente certificar si el producto contiene cannabidiol (CBD), tetrahidrocannabinol (THC) y otros cannabinoides. La búsqueda es la creación de un mapa de la producción nacional.

Las asociaciones que envíen sus aceites para análisis deberán completar formularios detallados. Se solicitarán datos sobre los métodos de cultivo, secado, extracción y dilución utilizados en el proceso productivo.

Como contrapartida, estas entidades recibirán informes completos sobre la presencia de cannabinoides y terpenos. Este intercambio de información alimentará una base de datos robusta para la investigación.

"El objetivo es construir una base de datos y comprender qué tipo de semilla se está plantando en el DF, en Pernambuco, en Pará... Cómo estas semillas se expresan en diferentes regiones, en diferentes suelos y otros aspectos", detalla Fernanda.

La investigadora también destaca la importancia de la investigación para las asociaciones. "Una vez que la asociación está colaborando con universidades y tratando de comprender mejor la calidad de sus aceites, naturalmente ya es una indicación de que está preocupada por mejorar sus procesos productivos", completa.

La falta de estandarización en los laboratorios privados actuales es una preocupación que el Observatorio de Cannabis pretende mitigar. El equipo planea utilizar muestras certificadas internacionalmente para validar sus métodos y realizar validaciones cruzadas con otros laboratorios.

Pilares de actuación

Para consolidar la legitimidad médica y jurídica necesaria, el Observatorio de Cannabis ha estructurado su actuación en tres frentes principales. La coordinación describe esta estrategia como el cierre del "circuito de la cannabis en el país".

- Repositorio Científico: Creación de una amplia biblioteca organizada por temáticas y problemas de salud, reuniendo estudios globales sobre la planta.

- Investigación Clínica: Captación de recursos para liderar ensayos clínicos robustos y metodológicamente controlados, probando la eficacia de los productos nacionales.

- Análisis de Laboratorio: Certificación de la composición de los extractos y aceites, garantizando la trazabilidad y la seguridad del paciente.

Búsqueda de legitimidad médica y jurídica

Si en el ámbito químico la búsqueda es por precisión, en el clínico la urgencia es por seguridad y ampliación del acceso. Andrea Donatti Gallassi, Profesora Asociada de la Facultad de Ciencias y Tecnologías en Salud de la UnB y coordinadora del proyecto, destaca la existencia de una demanda reprimida.

Según Gallassi, el mercado y los pacientes claman por certificaciones que garanticen la composición de lo que se consume. "El camino es presentar buenas prácticas de fabricación y los análisis adecuados de los cannabinoides", explica.

"Las entidades necesitan una etiqueta que corresponda exactamente con lo que se encuentra en el producto, es decir, cuánto de cannabinoide hay por gota", complementa la coordinadora.

La visión es ambiciosa. Elevar el estándar de las asociaciones brasileñas. El objetivo es que puedan dialogar de igual a igual con la industria farmacéutica y con los organismos reguladores.

"Nuestra expectativa es ayudar para que estas asociaciones puedan cada vez más solidificarse como instituciones legítimas para proporcionar estos medicamentos a las personas y también, quién sabe, al SUS en un futuro próximo", proyecta Andrea.

"Todo esto va en línea con el objetivo de que las personas tengan un control de calidad de sus productos cada vez más equiparado a lo que las grandes farmacéuticas tienen", concluye.

Mapeo de condiciones de salud

Otro punto focal del Observatorio de Cannabis será el mapeo de las condiciones de salud que llevan a los brasileños a buscar el tratamiento. Andrea Gallassi observa que la ciencia ya ha superado la fase en la que la discusión se limitaba a la epilepsia refractaria.

Hoy, las evidencias y la práctica clínica apuntan a un espectro mucho más amplio. Esto incluye salud mental, enfermedades neurodegenerativas y dolor crónico. El Observatorio pretende utilizar los datos recopilados junto a las asociaciones para demostrar empíricamente la eficacia de estos usos. La idea es provocar la realización de nuevos estudios controlados.

"Si observas que tienes pacientes con muchas indicaciones de uso para depresión, ansiedad, insomnio, fibromialgia, todas las veces pensarás 'Wow, tenemos estos datos de las asociaciones brasileñas que demuestran que la mayoría de las personas están usando el cannabis para la ansiedad'", finaliza Gallassi.